Pulseras pulseras con cadena y piedras
Es tu amuleto para cualquier reto, te protege de las dificultades de la vida. Mantenlo cerca de ti siempre.
Es tu amuleto para cualquier reto, te protege de las dificultades de la vida. Mantenlo cerca de ti siempre.
Mira la luna y sigue soñando, cada noche, todas las veces que puedas. Porque los sueños son el motor del alma.
Mira la luna y sigue soñando, cada noche, todas las veces que puedas. Porque los sueños son el motor del alma.
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡ con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡ con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
Ama, sonríe, sueña. Cada días y cada noche. Y te volverás en la estrella más brillante que existe.
Eres la amiga que siempre siento a mi lado, aunque estás en la otra punta del mundo.
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Un “gracias” sincero es la mejor palabra, si se dice en voz alta desde lo más profundo del corazón
Mira la luna y sigue soñando, cada noche, todas las veces que puedas. Porque los sueños son el motor del alma.
Mira la luna y sigue soñando, cada noche, todas las veces que puedas. Porque los sueños son el motor del alma.
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡ con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡ con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
Ama, sonríe, sueña. Cada días y cada noche. Y te volverás en la estrella más brillante que existe.
Eres la amiga que siempre siento a mi lado, aunque estás en la otra punta del mundo.
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Un “gracias” sincero es la mejor palabra, si se dice en voz alta desde lo más profundo del corazón