Nuevas joyas mujer
Mamá, no te quiero perfecta, ¡te quiero feliz!
Eres tan diferente, inimitable, única. En este universo no hay nadie como tú. Eres una entre un millón. Una perla excepcional.
Eres tan diferente, inimitable, única. En este universo no hay nadie como tú. Eres una entre un millón. Una perla excepcional.
El amor de una madre no se puede explicar, solo se puede vivir.
Para distinguirte no necesitas efectos especiales. A veces bastan pequeños detalles para que tu luz resplandezca.
Para distinguirte no necesitas efectos especiales. A veces bastan pequeños detalles para que tu luz resplandezca.
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
Eres la amiga que siempre siento a mi lado, aunque estés en la otra punta del mundo.
Te deseo una vida con mucha suerte: rara, natural e inesperada.
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Para distinguirte no necesitas efectos especiales. A veces bastan pequeños detalles para que tu luz resplandezca.
Para distinguirte no necesitas efectos especiales. A veces bastan pequeños detalles para que tu luz resplandezca.
Mamá, no te quiero perfecta, ¡te quiero feliz!
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
En el prado se esconde un talismán verde. Si la suerte te ve, te da la mano. Riqueza, amor y amistad de verdad: ¡con cuatro hojas tu sueño se hace realidad!
Eres la amiga que siempre siento a mi lado, aunque estés en la otra punta del mundo.
Te deseo una vida con mucha suerte: rara, natural e inesperada.
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Eres una mano extendida, una valiosa consejera, un hombro sobre el que llorar, una cómplice con quien reír. ¡Gracias por estar siempre ahí, amiga mía!
Para distinguirte no necesitas efectos especiales. A veces bastan pequeños detalles para que tu luz resplandezca.
Para distinguirte no necesitas efectos especiales. A veces bastan pequeños detalles para que tu luz resplandezca.